Paco Serrano no ve solución para la plaga de picudo rojo

Palma blanca en pleno tratamiento, sumergida en una pila con cloro y agua para eliminar impurezas./G.R.

Paco Serrano: Hay que aprender a vivir con el picudo rojo

Francisco Serrano (Elche, 1935) es el palmerero con más edad de Elche, 76 años, y es dueño de varios huertos de palmeras y del taller de palma blanca situado en el centro de Elche, donde realizan el rizado de la palma para el Domingo de Ramos. Las puertas de su taller están abiertas para todo aquel que quiera ver cómo elaboran sus ramos de forma tradicional y artesanal. Además aquí realizan las palmas de los reyes de España y del Papa, desde siempre.

Paco Serrano en el Homenaje a los Palmereros

Paco Serrano se lamenta de que de 60 palmeras que encaperuzó 17 tenían picudo rojo (se pone una capucha en las ramas de la palmera para que las que nazcan nuevas sean blancas, debido a que no les da el sol). A pesar de que él las trata con los pesticidas que recomienda el Ayuntamiento de Elche, el Durban, el Actara y las piquetas de Sospalm, productos muy caros. Paco le decía a un concejal del Ayuntamiento ilicitano que los tratamientos que aplican son “como tirarles huevos a la luna, no llegan”. Serrano asegura que necesitan la colaboración de todos para encontrar una solución, no ir cada uno por su lado. Cree que hay que aprender a vivir con el picudo rojo ya que ningún tratamiento es seguro y las palmeras siguen cayendo. Algunas de sus palmeras tienen picudo y le han quitado el pasaporte para poder venderlas, no le permiten su venta durante dos años.

Este palmerero, que es el que realiza la palma blanca que se manda cada año, el Domingo de Ramos, al rey y al Papa,  se plantea si merece la pena seguir con su trabajo porque no solo tienen la amenaza del picudo rojo, sino que además le deben el pago de 32 facturas de iglesias y ayuntamientos. Las palmas blancas de palmeras afectadas no sirven para rizarlas porque están muertas, están blandas y cuando se les aplica el tratamiento para su conservación se ponen coloradas. El tratamiento consiste en que las palmas primero se sumergen en agua con cloro un par de días para quitarles las impurezas y luego se almacenan con azufre en cámaras a oscuras.

Otro riesgo de la plaga del picudo rojo es para el oficio de palmerero. Paco Serrano asegura que ponen en peligro su vida cada vez que suben a una palmera para su poda y fumigación, porque puede estar comida por el coleóptero, puede estar hueca por dentro y cuando suben se puede caer con ellos encima.

No hay nada que acabe con el picudo rojo y cada día hay más, se lamentó Francisco Serrano.